First Sunday of Lent

SABBATH GUIDE

   First Sunday of Lent

First Reading -Gn 2:7-9; 3:1-7| Responsorial Psalm - Ps 51 | Second Reading - Rom 5:12-19 | Gospel - Mt 4:1-11

https://bible.usccb.org/bible/readings/022623.cfm

“One does not live by bread alone, but by every word that comes forth from the mouth of God.” Matthew 4:4

Right before the temptation of Jesus in the desert, He plunges into the water of the Jordan - baptized. Jesus did not need baptism, but He did so to could sanctify water - He sanctifies water for all of us, tracing a path so we could also be sons and daughters of the Father. The Holy Spirit descends upon Him, and the Father from Heaven says, “This is my beloved Son with whom I am well pleased.” (Matthew 3:17).

That same Spirit leads Jesus out into the desert to be tempted by the devil, and what is the first point he attacks? The same place he will attack you: your identity - his question begins, “if you are the son of God…” Presuming that after 40 days and 40 nights of fasting that Jesus will be weaker, the devil attacks at this moment. In reality, when one pulls back from the world, entering into the spiritual power of fasting and prayer, they become not weaker but more reliant upon God and begin to recognize their need for the Father all the more. At this moment Jesus was, although hungry, not less, but more in touch with the Father; therefore, more powerful. Immediately Jesus replies to the evil one with the Word of God, "one does not live on bread alone, but on every word that comes forth from the mouth of God." (Matthew 4:4).


Lenten disciplines - prayer, fasting, and almsgiving - are meant to show our trust as sons and daughters of God, depending on Him, even in our weakness. God told Saint Paul, “My grace is sufficient for you, for my power is made perfect in weakness” (2 Corinthians 12:9-10), and Paul responds, “I will all the more gladly boast of my weaknesses that the power of Christ may rest within me. For when I am weak, then I am strong.” Even when we fail in our Lenten of observance, even this weakness offered to the Lord recalls His strength, reminding us that we are sons and daughters of the beloved. What can the evil one do to us? Nothing. We are His beloved sons and daughters.

Are there any ways you might struggle to see yourself as a beloved son or daughter of God? 

Are there any scripture passages to help you if you find your identity challenged by the evil one? 

How will the Lenten disciplines - prayer, fasting, and almsgiving - allow you to pull back and rely on the grace of God?


GUÍA DOMINICAL

   Primer Domingo de Cuaresma

Primera Lectura - Gn 2, 7-9; 3, 1-7 | Salmo Responsorial - Salmo 50  | Segunda Lectura - Rom 5, 12-19 |

 Evangelio - Mt 4, 1-11

“” Mt 4, 

Este primer domingo de Cuaresma nos presenta un evangelio donde aparece una enseñanza fundamental de la doctrina de la Iglesia. La adversidad es el camino para el crecimiento espiritual, y la adversidad está representada por la presencia del desierto como lugar de prueba y la presencia del demonio que tanto en hebreo como en griego significa aquel adversario que pone a prueba nuestra condición de fe y nuestra condición humana. Por eso, la adversidad está directamente relacionada con el crecimiento espiritual. Si no hay adversidad, no puede haber crecimiento. Si no hay pruebas, si no hay tentación, no puede haber crecimiento espiritual. Iniciamos este retiro espiritual precisamente ubicados en el desierto de la vida con el adversario que aparece a través de las pruebas, las dificultades, las tentaciones, las enfermedades, las diferentes maneras en las que la vida nos prueba para poder llegar a la Pascua que es la Tierra prometida en los términos del Antiguo Testamento.


El evangelista Mateo resume las tentaciones que tuvo Jesús a lo largo de su vida en tres momentos. Primero, “manda que estas piedras se conviertan en panes”. Es muy facil creer que la vida se construye desde lo fácil. Por eso el adversario siempre está poniendo pruebas para demostrarnos que lo fácil solo nos conduce a la mediocridad. Segundo, “Mandará a sus ángeles que te cuiden y ellos te tomarán en sus manos, para que no tropiece tu pie en piedra alguna”. El triunfalismo nos lleva a creer que las cosas en la vida las podemos lograr solamente a través de lo externo y no con un trabajo profundo a nivel interno. Y la tercera, “Te daré [todos los reinos del mundo], si te postras y me adoras”, es la tentación de poner en el centro, lo que tiene que estar en la periferia, y en la periferia lo que tiene que estar en el centro. Para nosotros, el centro, el fundamento a través del cual funciona nuestra vida, es Dios. Por eso responde al final “Adorarás al Señor tu Dios y sólo a Él servirás”.


Que bueno que la primera reflexión de esta Cuaresma nos ubica como en el inicio de un retiro espiritual donde el desierto es la vida, aparece el adversario para hacernos crecer, y aparecen los tres momentos de tentación que fueron las tentaciones de Jesús. Y también son nuestras tentaciones cada día.


  1. ¿Alguna vez has experimentado tentaciones mientras intentabas profundizar en tu vida de oración o mientras trabajabas para crecer en tu relación con Jesús?

  2. ¿Cuáles son las cosas con las que mas batallas o que te impiden crecer en tu relación con Dios?

  3. ¿Qué puedes hacer para rechazar esas tentaciones y poder crecer en este tiempo de Cuaresma?

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